Por Oi
Decidir emanciparse y vivir solos(as) es algo que puede causar cierta angustia; hay a quienes ni siquiera se les ocurre pensarlo, mientras que otros añoran la oportunidad de lograrlo… Pero quizá a ti, el pensamiento se te cruzó por la cabeza y no sabes cómo manejarlo.
La cuestión está en si ¿Es una necesidad pasajera? ¿Es solo por gusto o de verdad quieres hacerlo? ¿Tus padres tendrían algún problema?, ¿les costaría entenderte? ¿Y tus amigos… te ayudarían? Sigue la lectura, ya que con este artículo te queremos dar algunas recomendaciones sobre el tema que cosas debes tomar en cuenta para tu independencia…
Indudablemente, vivir de forma independiente no es sencillo, para muchos resulta ser un paso trascendental que solemos dar en la vida.
En el momento en que pones un pie fuera de casa de tus padres, un universo de posibilidades se abre para ti y comienzas a entender todo aquello de las responsabilidades que no entendías con mucha claridad o que jamás habías considerado.
Quizás olvides pagar la cuenta de luz y del teléfono; o pierdas tus llaves y no tengas más remedio que llamar a un cerrajero en medio de la noche.
¡Pero no todo es malo! En realidad, de esas experiencias que te harán sentir como que no puedes vivir sin tus padres, aprenderás muchísimas cosas, conocerás más de ti mismo, encontrarás habilidades que quizás no sabías que tenías, te enfrentarás con algunos problemas, pero también descubrirás cómo remediarlos.
Así que, si te encuentras indeciso(a) sobre qué hacer, vamos a repasar esta lista de señales que indican que debes irte a vivir solo(a).
Controlando el fruto de tu esfuerzo
Administrar tus ingresos y egresos, sin la intervención de tus familiares sobre cómo utilizar tu dinero, te permite madurar financieramente. Pero una de las cosas que más motiva es no tener que cubrir los gastos de ciertos miembros de la familia que no aportan nada, teniendo la edad y la capacidad para producir.
Hay situaciones que te molestan
Así como cuando eras niño y llegó el día en que no quisiste acompañar más a tus padres a sus reuniones porque preferías jugar, salir con tus amistades o simplemente no hacer nada, llega el momento en el que ciertas costumbres de tus padres que antes no te molestaban, ahora lo hacen y no entiendes muy bien por qué; sin embargo, sabes que quieres tener capacidad de decisión sobre ciertas cosas.
Quieres paz y tranquilidad
Si te ha pasado que quieres que respeten tu privacidad, necesitas momentos de intimidad o simplemente, silencio para pensar y descansar que no es posible encontrar en casa de tus padres, puede que el momento de tomar una decisión haya llegado.
Aún los amas y respetas pero…
El momento en que comienzas a ver a tus padres como tus amigos es una gran señal de que debes independizarte, ya que esto significa que has madurado emocionalmente, que quieres poder gobernar tu vida. Pues para continuar creciendo a nivel personal, necesitas motivarte a enfrentar nuevos retos en la vida; entre los que se incluye vivir solo y descubrir tus formas de hacer las cosas.
Tu cuarto se queda pequeño
El momento en que comienzas a querer remodelar, comprar nuevos muebles y quizás, tu casa te sigue pareciendo confortante y segura pero, no es tu estilo, es una señal de que quieres tomar tus decisiones y expresar tus gustos en tú espacio.
Si te sentiste identificado(a) con más de la mitad de estos aspectos, necesitas organizarte y volar del nido.
Tomar la decisión de independizarse puede ser difícil; sin embargo también es emocionante debido a la expectativa y la posibilidad de construir tu propia vida a tu estilo. Es comprensible y natural que sea atemorizante el manejar responsabilidades que nunca te habían correspondido y asumir que muchas cosas dependerán de ti y solo de ti.
Pero no debes dejar que éste miedo te impida disfrutar el siguiente escalafón de la vida; la necesidad de tener tu propio espacio es algo completamente normal, viene con la madurez emocional y económica; además, ¡descubrirás muchísimas cosas! Puede que inclusive descubras que cocinar, decorar o limpiar te relaja.
Velo como una experiencia que te hará crecer aún más y que, de paso, ¡te hará sentir realizado(a) y muy feliz!